Con 40 años, Hugo Alberto Morales (ex Independiente, Huracán, Lanús y la Selección) volvió a jugar por los puntos tras siete años de retiro. Lo hizo en Centro Estrada de Bella Vista, la ciudad correntina que lo adoptó. “Me lo pidieron en el barrio y aproveché que bajé unos kilitos, je…”.
Vive. Vive para renacer. Arrancó temprano y temprano bajó la
persiana. Ni siquiera una peritonitis aguda (que se confundió con un
cáncer), allá lejos y hace tiempo, lo pudo detener. Debutó a los 16 años
y dejó, hace siete, a los 33. Hoy, con 40, lo empujaron en el barrio,
bien lejos de las luces de la ciudad. Hugo Alberto Morales, Moralito,
volvió. Por accidente, pero volvió. Volvió a pisarla. Fueron 295
partidos en Primera (más 16 internacionales defendiendo casacas locales)
con 44 goles. Fueron ocho encuentros –con dos gritos- en la Selección,
además de una medalla de plata en los Juegos Olimpicos de Atlanta, en
1996. Su realidad, claro, es bien distinta. Tras haber pasado por
Tenerife (cuatro temporadas con 91 partidos y siete goles), Atlético
Nacional de Medellín, Millonarios de Bogotá, Universidad Católica de
Chile, en octubre de 2007 colgó los botines aunque este último domingo…
“Me metieron fichas en el barrio, en Bella Vista, Corrientes. El año
pasado, junto con Roberto ‘Mara’ Sánchez, dirigí a Centro Estrada y
llegamos a la final del Torneo del Interior. Esta vez me pidieron que
juegue, que dirija pero desde adentro. Y el enganche se lesionó, je…”,
le cuenta Huguito a Olé desde
su nueva ciudad, de casi 30.000 habitantes, fundada en 1825, a orillas
del río Paraná y a 138 kilómetros de la capital provincial.
El Centro Estrada es uno de los 257 equipos que, divididos en 73
zonas, busca uno de los siete ascensos al Federal B (con conexión a Copa
Argentina y a Copa Libertadores yendo al extremo), en el torneo
–justamente- más federal de la Argentina, campeonato que suma
clasificados desde Ushuaia hasta La Quiaca –y es literal-. “El técnico
del equipo, un amigo, me pidió si le daba una mano en la conducción. En
mi primera experiencia, eliminamos a Mandiyú. Fue histórico. Los chicos
del club, semi amateurs, empezaron a concentrarse, a viajar en buenos
micros… Esa campaña nos permitió meternos en esta nueva edición. Y me
volvieron a invitar. En el primer partido en casa, contra Central Goya,
fui al banco con la intención de entrar en los últimos 15’, para ayudar
al enganche a cuidar la pelota. Pero Alegre, un enganche que jugó en la
Reserva de Tigre, se contracturó de entrada. Y tuve que jugar más de una
hora. Ah, aunque era suplente me quedé con la 10. ¿Era el técnico, no?
Me elegí el número…”, bromeó quien jugase oficialmente en la Argentina
su último partido el 9 de mayo de 2004, en el 1-4 de su Independiente
frente a Boca, en el vieja Doble Visera de Cemento.
Le quedaban dos meses en la Católica, en Chile, aunque dijo basta
con antelación. Cuando llegó al país, lo apalabró Rubén Darío Insua para
Talleres y Ricardo Gareca para Universitario de Lima. “En Córdoba me
daban todo: tres meses de sueldo anticipado, casa en Carlos Paz,
pretemporada en Potrero de los Funes… Me fui a dormir. Y cuando desperté
me di cuenta que iba a ir por obligación. En 2009, Boca Unidos también
me tentó. Pero no me quería mover de Bella Vista. Hacer el esfuerzo otra
vez, una nueva mudanza… Qué se yo. Empecé demasiado joven. Ya estaba…”,
recordó. Y también recordó este fin de semana lo que le gustaba mover
la pelotita. “El fútbol cambió. Hoy todos te quieren ganar pasándote por
arriba. Les dí el sí para ayudar a los chicos. Había unas 2.000
personas. Jugamos en una cancha de pueblo, con dos tribunas de cuatro,
cinco escalones a los largo de 50, 60 metros en los laterales. Alterné
buenas y malas, tuve dos o tres tiros libres. Es difícil. Te vienen a
apretar de a dos o de a tres…”, avisó HAM, que poco pudo hacer para
evitar el 1-2 de su equipo. ¿Habrá más?
-¿Y Alegre cómo anda para el fin de semana? No sea cosa que otra vez…
-Tiene una contractura grande. Pero tenemos reemplazo.
-Tiene una contractura grande. Pero tenemos reemplazo.
-¿Sí? ¿O vuelve Moralito contra Matienzo (domingo 17.30 hs.)?
-Hmm. Lo dudo mucho. De este partido me bajo. Para estar bien-bien, tenés que entrenar tres o cuatro meses antes. Y eso que bajé unos cuantos kilitos, je. Pero la edad no ayuda. Voy a salir sólo como técnico. Me duelen un poco las rodillas, además. Encima, anuncian 37°. Se hace difícil cambiar el aire. Y ya no me recupero como antes de un domingo a otro, je. Aunque a lo mejor, en el próximo, si me necesitan…
-Hmm. Lo dudo mucho. De este partido me bajo. Para estar bien-bien, tenés que entrenar tres o cuatro meses antes. Y eso que bajé unos cuantos kilitos, je. Pero la edad no ayuda. Voy a salir sólo como técnico. Me duelen un poco las rodillas, además. Encima, anuncian 37°. Se hace difícil cambiar el aire. Y ya no me recupero como antes de un domingo a otro, je. Aunque a lo mejor, en el próximo, si me necesitan…
Fuente : Diario Olé, Martín Macchiavelo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario