Todavía faltan cerrar varias cuestiones, pero el nuevo esquema de la CABB y de la selección está en marcha.El entrenador de Regatas sería el nuevo coach.
El
Mundial de España 2014 será, indudablemente, un antes y un después. Y
no solo por el fin de la Generación Dorada como apodo de la selección y
del nuevo recambio que tendrá el plantel, inevitable, sino por
cuestiones ligadas a la organización, que en realidad empezaron antes
del Mundial.
El estallido de la CABB que desembocó en su intervención en agosto y el arribo de Federico Susbielles como interventor inició un camino que todo indica hará que se de un giro de 180 grados en la gestión del ente máximo del básquetbol argentino.
Susbielles arrancó abriendo una auditoría para ordenar, al menos, el estado contable (que terminará reflejando una deuda global de unos 35 millones de pesos) y, durante y luego del Mundial, comenzó el armado político del futuro.
Su idea inicial era mantener a Julio Lamas como entrenador, pero el actual coach de Obras no quiso romper su acuerdo con Obras Sanitarias, con el que ya se había comprometido, por lo que tuvo que rumbear para otro lado, dentro de un cambio completo de sistema.
Tras el no de Lamas, la idea pasó a ser una estructura con un director deportivo, un encargado de selecciones nacionales y un entrenador. Además, Susbielles convocó a un grupo de personas ligadas al básquet, de todos los rubros, como para armar un equipo de trabajo que discuta el nuevo rumbo del básquet en base a algo que Susbielles destaca siempre, que es la idea original de León Najnudel.
El grupo está integrado por: Gustavo Abreu (Director de la Cátedra del Derecho por el Deporte, en la Universidad Austral), Fabián Borro (por la Asociación de Clubes), Horacio Seguí (representando a los entrenadores), Sebastián Uranga, Emilio Gutiérrez, Federico Susbielles (por la Confederación), Mario Ontivero, Sergio Gatti (ambos por las federaciones provinciales), Oscar Sosa (por los árbitros), Eduardo Bazzi (por FIBA), Mike Stura (por la Asociación de Jugadores) y los periodistas Marcelo Nogueira y Daniel Jacubovich.
El director deportivo será Juan Espil, actualmente ocupando ese cargo en Bahía Basket, y seguramente será lo primero que se anuncie, quizá esta misma semana. Y Lamas será finalmente el encargado de todas las selecciones nacionales, cargo que también se anunciará en no muchos días más. Es decir, coordinará la tarea de todos los seleccionados, algo que de alguna manera será la continuidad del plan que viene realizando desde el 2011 con las categorías menores, en las que colocó a entrenadores jóvenes y con futuro como Silvio Santander, Sebastián González, Carlos Duro, Fernando Rivero, etc.
El entrenador, en tanto, será Nicolás Casalánguida, un joven que viene a representar de alguna manera el cambio de tiempos y que se posiciona mejor que ningún otro en ese aspecto: estuvo con Hernández como asistente, también con Lamas y los jugadores ya lo conocen. Y tiene el apoyo del 1 (Ginóbili) y del 2 (Scola), que de alguna manera monitorean de cerca todos los movimientos que se están dando, luego de poner la cara abiertamente en el enfrentamiento del 2014 que terminó primero con Vaccaro y luego con Siri y Zanni.
Algunos pretendían el puesto para Sergio Hernández, pero Oveja no tuvo el quórum necesario de, justamente, los máximos referentes, y por eso se decidió no forzar ninguna situación a futuro. De todos modos, el nombramiento de Casalánguida quizá se demore un poco oficialmente.
Este es el esquema que piensa Susbielles para armar una nueva Confederación, que se consolidará a partir de un nuevo estatuto, en el que se está trabajando, para modernizar la gestión y para que el presidente no tenga el poder que tiene ahora, sino que éste se encuentre más repartido entre un director deportivo, un encargado de selecciones y algún otro cargo jerárquico, profesionalizado.
Lo que muchos se preguntan es qué pasará cuando la intervención finalice. Eso no ocurrirá antes de un año aproximadamente, pero es probable que Susbielles se postule a la presidencia formal luego de la normalización de la institución. En realidad, es lo que muchos quieren. No lo que Susbielles propone. Todos coinciden en que está haciendo un trabajo muy serio, responsable y escuchando a todos, buscando elevar el profesionalismo de la CABB. Hoy, contaría con un apoyo casi total.
¿Y lo deportivo? Aunque en Madrid algo terminó, tanto Susbielles como tantos otros pretenden que al Preolímpico de Monterrey se vaya con la mayor cantidad posible de jugadores de la GD, incluído Manu Ginóbili, el gran sueño de Susbielles. Es muy difícil, pero no imposible. Esencialmente dependerá de cómo lleve Manu esta temporada en la NBA, la última de su tercer contrato con los Spurs. Si él va, las chances de que se sumen otros virtualmente retirados (Prigioni, Nocioni), es mayor. Veremos.
La cuestión es que el plan post 2014 está en marcha y su primer paso quedará oficializado antes de que termine el mes, o en la primera semana de noviembre. Será el año I después del duelo realizado en el Mundial.
El estallido de la CABB que desembocó en su intervención en agosto y el arribo de Federico Susbielles como interventor inició un camino que todo indica hará que se de un giro de 180 grados en la gestión del ente máximo del básquetbol argentino.
Susbielles arrancó abriendo una auditoría para ordenar, al menos, el estado contable (que terminará reflejando una deuda global de unos 35 millones de pesos) y, durante y luego del Mundial, comenzó el armado político del futuro.
Su idea inicial era mantener a Julio Lamas como entrenador, pero el actual coach de Obras no quiso romper su acuerdo con Obras Sanitarias, con el que ya se había comprometido, por lo que tuvo que rumbear para otro lado, dentro de un cambio completo de sistema.
Tras el no de Lamas, la idea pasó a ser una estructura con un director deportivo, un encargado de selecciones nacionales y un entrenador. Además, Susbielles convocó a un grupo de personas ligadas al básquet, de todos los rubros, como para armar un equipo de trabajo que discuta el nuevo rumbo del básquet en base a algo que Susbielles destaca siempre, que es la idea original de León Najnudel.
El grupo está integrado por: Gustavo Abreu (Director de la Cátedra del Derecho por el Deporte, en la Universidad Austral), Fabián Borro (por la Asociación de Clubes), Horacio Seguí (representando a los entrenadores), Sebastián Uranga, Emilio Gutiérrez, Federico Susbielles (por la Confederación), Mario Ontivero, Sergio Gatti (ambos por las federaciones provinciales), Oscar Sosa (por los árbitros), Eduardo Bazzi (por FIBA), Mike Stura (por la Asociación de Jugadores) y los periodistas Marcelo Nogueira y Daniel Jacubovich.
El director deportivo será Juan Espil, actualmente ocupando ese cargo en Bahía Basket, y seguramente será lo primero que se anuncie, quizá esta misma semana. Y Lamas será finalmente el encargado de todas las selecciones nacionales, cargo que también se anunciará en no muchos días más. Es decir, coordinará la tarea de todos los seleccionados, algo que de alguna manera será la continuidad del plan que viene realizando desde el 2011 con las categorías menores, en las que colocó a entrenadores jóvenes y con futuro como Silvio Santander, Sebastián González, Carlos Duro, Fernando Rivero, etc.
El entrenador, en tanto, será Nicolás Casalánguida, un joven que viene a representar de alguna manera el cambio de tiempos y que se posiciona mejor que ningún otro en ese aspecto: estuvo con Hernández como asistente, también con Lamas y los jugadores ya lo conocen. Y tiene el apoyo del 1 (Ginóbili) y del 2 (Scola), que de alguna manera monitorean de cerca todos los movimientos que se están dando, luego de poner la cara abiertamente en el enfrentamiento del 2014 que terminó primero con Vaccaro y luego con Siri y Zanni.
Algunos pretendían el puesto para Sergio Hernández, pero Oveja no tuvo el quórum necesario de, justamente, los máximos referentes, y por eso se decidió no forzar ninguna situación a futuro. De todos modos, el nombramiento de Casalánguida quizá se demore un poco oficialmente.
Este es el esquema que piensa Susbielles para armar una nueva Confederación, que se consolidará a partir de un nuevo estatuto, en el que se está trabajando, para modernizar la gestión y para que el presidente no tenga el poder que tiene ahora, sino que éste se encuentre más repartido entre un director deportivo, un encargado de selecciones y algún otro cargo jerárquico, profesionalizado.
Lo que muchos se preguntan es qué pasará cuando la intervención finalice. Eso no ocurrirá antes de un año aproximadamente, pero es probable que Susbielles se postule a la presidencia formal luego de la normalización de la institución. En realidad, es lo que muchos quieren. No lo que Susbielles propone. Todos coinciden en que está haciendo un trabajo muy serio, responsable y escuchando a todos, buscando elevar el profesionalismo de la CABB. Hoy, contaría con un apoyo casi total.
¿Y lo deportivo? Aunque en Madrid algo terminó, tanto Susbielles como tantos otros pretenden que al Preolímpico de Monterrey se vaya con la mayor cantidad posible de jugadores de la GD, incluído Manu Ginóbili, el gran sueño de Susbielles. Es muy difícil, pero no imposible. Esencialmente dependerá de cómo lleve Manu esta temporada en la NBA, la última de su tercer contrato con los Spurs. Si él va, las chances de que se sumen otros virtualmente retirados (Prigioni, Nocioni), es mayor. Veremos.
La cuestión es que el plan post 2014 está en marcha y su primer paso quedará oficializado antes de que termine el mes, o en la primera semana de noviembre. Será el año I después del duelo realizado en el Mundial.
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