viernes, 14 de agosto de 2015

La batalla perdida

Este invierno el básquetbol argentino se vio envuelto en varias batallas corporativas que derivaron en derrotas por los dirigentes de la Asociación de Clubes. Entre las tormentas explotaron frentes internos y externos de una guerra que continúa.


La veda de los Jugadores para no meterse en el mercado de pases, el costo que se han pagado por los jugadores, el recurrente enojo por los desmanejos de los agentes para con los clubes y las críticas de los propios pares han hecho eclosión en la vida institucional de la Asociación de Clubes.
La proclama inicial de los clubes al generar esta movida de cambios "queremos tomar la sartén por el mango" evidentemente llega con más de una batalla que dar. Y los round que han perdido deberán contarlos como experiencia valiosa. "En toda guerra se pierden batallas, no se pueden generar cambios sin que ocurran esta clase de situaciones", minimiza a Pick and Roll un dirigente de Liga consultado sobre el tema.
¿A que se refiere puntualmente? En principio, e independientemente del resultado final de la disputa, la batalla con los jugadores fue un paso atrás, porque se generó clima de inestabilidad política muy grande, con la posibilidad de abrir heridas que luego tardan mucho tiempo en sanar. Y sobre todo porque los referentes de AdC y AdJ, aunque no lo digan, ya no se tendrán el mismo respeto para trabajar juntos.
"Nosotros asumimos y en 15 días nos empezó el nuevo torneo, ahora que ya estamos andando podemos seguir articulando las necesidades de todos" sostiene otro dirigente AdC.
Entre todas las declaraciones la Asociación de Jugadores se quejó de algo que fue real: no fueron tomados en cuenta a la hora de las decisiones (ningún estamento fue tomado en cuenta). Pero también fueron víctimas de sus propias palabras ya que hace 15 meses su presidente decía: "nosotros no nos reunimos con los dirigentes de los clubes que proponen cambios porque no son oficialmente los directivos de AdC".

Los dirigentes de los clubes durante 13 meses fueron reuniéndose por todo el país. Asumieron, tomaron decisiones y empezó el torneo, todo en gran velocidad. Cuando la AdJ quiso reunirse a ver que pasaba los Clubes ya habían ido y vuelto varias veces. Y la mejor oportunidad que tuvieron para hacerse escuchar fue la veda de contrataciones.
"Nos equivocamos en las formas" admitieron los representante de la AdJ en la noche del arreglo, pero marche preso, la situación estaba instalada y el costo lo paga la AdC, por más que no lo quiera ver.
La AdC tenía la autorización política de los clubes para no arreglar con la AdJ, abrir los planteles a 10 extranjeros, sabiendo que muchos nacionales jugarían igual y se desmembraría la AdJ pero aún teniendo el poder de hacerlo firmaron el acta de convenio con los jugadores. "Pusimos los intereses de la Liga por delante de los humores personales" sentenció un miembro de la AdC.
Es un revés que se debe contar en el patio político de la construcción de la nueva dirigencia y las esquirlas de la disputa aún no son visibles, pero han quedado hundidas en el cuerpo de varios protagonistas.
La salida de la Veda de contrataciones generó la batalla perdida número dos en muy poco tiempo: el mercado de pases. Goleada de los representantes que demostraron quien manda en la liga. Este mercado fue único por varias razones coyunturales pero salieron a contratar al mismo tiempo los interesados que van por el título y los que buscan no descender. Además con un tiempo de negociación absurdo donde se armaban y desarmaban los arreglos de la noche para la mañana.
A propósito del cuento para niños titulado: "cada club debería contratar por el dinero que puede" es conveniente recordar que en la Liga Nacional generalmente los presupuesto se arman después de contratar a los jugadores.
Hace años cuando Domingo Robles, presidente de Peñarol, no estaba enojado con la dirigencia de la AdC esgrimía con toda lógica la realidad de la Liga: "para seducir sponsors, vender entradas y abonos la única posibilidad es contratar buenos jugadores y esos son los caros, incluso los buenos jugadores te pueden llevar al campeonato. En cambio si contratas con el dinero que tenés, no vendes abonos, entradas, ni seducís sponsors y además podes irte al descenso porque peleás abajo". Siempre es un gusto escuchar las enseñanzas de Domingo, quien además pintaba la ruleta rusa que es la Liga Nacional, de una manera tan gráfica que luego diría: "cada año le estamos poniendo una bala más al revolver".
La situación no cambió para nada este invierno sino que se potenció llevando los valores del mercado a lugares inimaginables. ¿Y por qué se pagan?. Porque pueden. Lógicamente, pueden. Pero es la Asociación de Clubes la que viene diciendo a sus afiliados que deben generar parte de su presupuesto en profesionalizar áreas dentro de cada estructura. Hasta acá fue todo en relación a la voluntad y el convencimiento particular de cada asociado poder invertir parte del presupuesto en algo más que no sean sueldos de jugadores.
En una buena proporción los dirigentes no han dejado de ser hinchas y salir 5to o salir 12dos es importante para ellos. Pero son los mismos dirigentes que no han cambiado ni siquiera un picaporte de la cancha donde juegan. Mientras en estos últimos dos años algunos clubes han sabido invertir en estructura, edilicia y de personal, otros solo han luchado por armar el mejor equipo posible. Esa situación es un penal sin arquero para los representante de los jugadores y técnicos.
Los representantes (aunque lo nieguen) no solo aumentan el valor de los jugadores, sino que en varios casos determinan hasta donde jugarán. Algunos no respetaron la veda y arreglaron mientras le decían lo contrario a sus representados. Y es bueno recordar que de los 200 millones en salarios que se pagarán este año solo en la Liga Nacional el 10% de todo ese cúmulo se lo llevan los representantes. Es decir casi el 50 % del total de lo que consigue la AdC como contrato de derechos televisivos paga SOLO representación de jugadores. El milagro de la Liga.
Y la batalla perdida número tres es de orden interno:
En el medio del mercado de pases el dirigente de Estudiantes de Concordia, Enrique Agosti, se dio cuenta que le iban a desplumar el equipo y le desarticularían el "intento" de armado de su próximo plantel.
Cuando se enteró del valor de las negociaciones con que venían a buscar a los jugadores de su equipo (en algunos casos triplicaron sus sueldos) estalló por su cuenta de Twitter:
En jornadas de mucha frustración Agosti amenazó con jugar con juveniles el próximo torneo de la Liga Nacional, liberar a su entrenador para que no tenga que poner la cara, y buscar cualquier salida poco convencional. Después un poco más tranquilo comenzó el armado de su nuevo equipo. Finalmente hace dos días en la presentación del plantel habló con la prensa de Concordia y dijo:
"Todo el trabajo que veníamos haciendo en conjunto se tiró todo por la borda en estos últimos días, veníamos escuchando de dirigentes que La Liga era deficitaria, donde La Liga no producía, no tenía sponsor, pero la verdad que este mercado marcó una situación muy diferente a lo que veníamos hablando con los clubes, hablábamos del respeto entre los clubes en las negociaciones para tener un mercado equilibrado y la verdad que esto ha sido un avasallamiento, a nosotros nos han pasado por arriba, nos han llevado prácticamente todos los jugadores, salimos a negociar con los jugadores y un jugador ya tenía una oferta del 120% más de lo que ganaba acá, nosotros habíamos estipulados unos aumentos, pero ni siquiera tuvimos la posibilidad de negociar"
Hasta allí su reclamo es entendible, aunque no es fruto de ningún análisis. Luego Agosti hace agua en las formas que planteó: "ratifico lo que dije, son dirigentes falsos y payasos, falsos porque no respetaron lo que hablamos y payasos por los bolsillos de payasos y los números que se manejan”. Los dirigentes de la Asociación de Clubes y en particular los clubes que se quedaron con los jugadores ex Estudiantes de Concordia ya hacen fila para ir a la próxima Asamblea.
Los dirigentes tienen que ser quienes mejor manejen la Inteligencia Emocional del conjunto de decisiones y bregar por el fortalecimiento estructural de la Liga, independientemente del dinero que cada institución disponga para armar su plantel. Como se ve, la AdC esta lejos de poder cumplir esos requisitos cuando dentro de sus propias filas tiene una disidencia semejante.
La simple pregunta ¿Para que estamos? ayudará a armar los objetivos de cada club. Responder: ¿Que peleamos? ¿Que pasos doy? logrará no generar la insatisfacción que se adueñan de algunos dirigentes a la hora de declarar sobre la Liga de la cual son miembros.
La Asociación de Clubes, como entidad, no podrá avanzar en los cambios requeridos cuando sus pares no entiendan a que juegan, cuales son los roles. Bahía Basket no armó un equipo para campeón, de hecho es el plantel más barato de la competencia, pero jugará para ganar. Hay clubes que logran firmar jugadores jóvenes por tres años de contrato. Estudiantes de Concordia recibe por ley provincial 3 millones de pesos de la gobernación y este año recibirá 2 millones 400 mil pesos de la televisión. Si se suman los aportes publicitarios y de venta tickets es plenamente un buen equipo de LNB. Algunos clubes tienen más de 20 millones de presupuesto y quieren gastar mucho más en jugadores, y está bien.
Será una guerra muy ardua si los dirigentes salen a dispararse entre ellos. Este invierno fue claramente tiempo de derrotas. Entre todas las que ganan es bueno que cuenten también estás que han perdido.




Fuente: Pick and Roll - Pablo Tosal

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