El paraguayo se refirió a la sufrida pero feliz clasificación de Regatas a playoffs. "Sabía que podían ser los últimos minutos (de mi carrera)", dijo.
Sin
dudas que Regatas ha sido la gran noticia de este domingo, después de
clasificarse a los playoffs del Norte por la puerta chica tras ganar el
clásico ante San Martín y verse beneficiado por la derrota de
Estudiantes ante Libertad en Concordia. El elenco de Nicolás
Casalánguida jugó un partido emotivo, rindió a un excelente nivel y sin
dudas será un rival peligroso en la postemporada (irá ante Quimsa).
No
ha sido un año sencillo para Regatas, que sufrió muchos contratiempos,
le costó tener una regularidad acorde a lo que se esperaba con su
plantilla y además padeció de muchas lesiones. Para resumir todo esto y
festejar su pase a los playoffs, Javier Martínez habló con Básquet Plus y
transmitió las sensaciones de desahogo de todo un experimentado que
estuvo a punto de retirarse.
- ¿Qué tuvo que pasar para que apareciera este Regatas?
.
La verdad es que en el partido que perdimos con Weber ya sentimos que
la soga se nos venía al cuello, no quedaba otra cosa que la gira a
Concordia y Sionista era por lo menos para encender la ilusión de entrar
a los playoffs. Ganamos en Concordia por más que lo hicimos en
suplementario, la teníamos bastante difícil, terminamos 12 puntos abajo
el primer tiempo pero tuvimos un partido de carácter. Apareció un poco
el equipo que se armó, tuvimos templanza para jugar en el momento
adverso y tomamos decisiones que en realidad durante la Liga también la
tuvimos solo que a veces acertadas y a veces es producto de que los
otros equipos también juegan. En Sionista ya nos sacamos la mochila
grande porque sobre la marcha de la temporada la institución empezó a
tener otro objetivo, que era seguir jugando la Liga. Una vez que ganamos
ahí y después ganamos acá con autoridad contra Olímpico e Instituto,
viendo los resultados ya sabíamos que no dependía solo de nosotros. La
verdad es que Libertad nos dio una mano gigante, esperemos que ahora se
mantenga ese crecimiento que empezamos a tener hace 15 o 20 días atrás.
Se encendió una ilusión, queríamos jugar playoffs y ahora por ahí nos
ponemos más peligrosos.
-
Después de un primer tiempo con San Lorenzo que habían jugado bárbaro
me dijiste lo mismo de que lo hicieron bien por estar con la soga al
cuello, sin embargo en el segundo tiempo perdieron ese partido y la mala
racha continuó. ¿Puede ser que ahora la reacción llegue porque la soga
al cuello de ahora era la de no entrar en playoffs?
.
Lo que pasa es que fue demasiado repentina nuestra caída, terminamos el
año segundos y en un mes nos empezamos a ver 5°, 6° y 7°... encima
Atenas ganaba, San Martín y Concordia que empezaron a ganar, y ahí
nosotros ya no mirábamos solo nuestra debacle. Justo fue en esa época,
porque generalmente la Liga durante en enero y febrero te empezás a
amalgamar, todos los equipos pasaron por esa situación. Pero nosotros al
contrario, porque con el equipo completo no pudimos hacer pie nunca, un
partido perdido nos llevaba a otro, un mal cierre nos llevaba a otro, y
cuando nos dimos cuenta ya estábamos fuera de playoffs y creo que eso
fue lo que caló hondo en el equipo. Tengo que destacar primeramente a la
dirigencia porque nunca tuvimos una reunión, algo que tranquilamente
podría haber hecho una mojadita de oreja, y también a nuestro cuerpo
técnico que es increíble y hasta último momento siempre creyó, nos
trasladó la ambición y la seguridad. La verdad es que no lo podíamos
entender, durante todo el año entrenamos muy bien y no lo podíamos
plasmar en la cancha pero hoy dimos una alegría increíble a esta gente
que vino a apoyarnos. Ganamos holgadamente el clásico, en un partido
chivo contra un equipo como San Martín que ya había entrado en playoffs y
al que no le cambiaba entrar quinto o sexto. Fuimos muy superiores y
encima Libertad nos dio esta mano gigante para jugar playoffs.
-
Les pasó como a Quimsa, muchos problemas durante el año y hoy están los
dos en playoffs, enteros, sin lesionados y con una proyección
indefinida. Uno por campeón reinante y ustedes por seguir siendo un
equipo poderoso.
.
Yo no soy asiduo de poner excusas y hablar de mala suerte, pero este
año nos pasó de todo. En un partido clave como ante Atenas en unos
minutos se nos rompe Martín y el que vino en reemplazo de Calderón
(Coleman) no era pivote, tuvimos que jugar el último cuarto sin un cinco
definido, ellos nos empezaron a agarrar rebotes ofensivos y tiraban
tres veces al aro cada vez que atacaban. Cuando perdimos ese partido la
verdad es que nos dolió muchísimo. Y así estábamos siempre, porque
cuando en Sensley encontramos jugador que podía tirar, pasar y jugar
alto bajo se desgarró dos veces y tuvo hasta una tragedia importante
porque se le falleció su mamá. Adquirimos un jugador a dos partidos de
terminar la Liga, eso te muestra cómo estábamos, tratando de dar
manotazos de ahogado. No podíamos creer que teníamos que pasar tantas
malas situaciones en una misma temporada. Entrar en playoffs creemos que
es un regalo increíble, pero debemos cambiar ya el chip porque ahora
que estamos por jugar playoffs podemos volver a adquirir nuestro
objetivo real de comienzo de temporada.
- Estuviste a segundos de terminar tu carrera. ¿Si te pasaba hubiese sido con la satisfacción del deber cumplido?
.
Sí, yo no me arrepiento de nada de lo que hice en mi carrera, inclusive
en mi momento más difícil que fue arriesgar un problema de rodilla por
seguir en cancha sin que nadie me haya tirado una idea de si podía
jugar. Yo sabía las consecuencias y lo tomé como lo hice en todas las
decisiones de mi vida, con mucha responsabilidad y dando la cara. A
partir de ahí se me hizo cuesta arriba el día a día, me operé en 2008 y
aquí estoy todavía. Sabía que los dos o tres minutos del final podían
ser los últimos, la verdad es que no quería que pase. El partido que
jugó la gente también, me llena de tanta alegría y emoción que me
demuestren tanto cariño, creo que es exagerado pero la gente se
identifica conmigo por llevar tantos años en la institución. Se me
venían tantas cosas a la cabeza, como cuando hablaba con Nico
(Casalánguida) estando en Formosa, porque él me dijo que me tenía que
retirar en el lugar donde más me quieren, me ponía contento eso y estaba
tranquilo. Hoy no podía hacer la siesta porque pensaba 'puta, voy a
dejar de hacer lo que hice toda mi vida con tanta pasión'. Seguro que se
van a venir nuevos objetivos pero sabiendo que no dejo ningún saldo
pendiente en cuanto actitud y corazón, cuando uno está limitado física y
basquetbolística es lo que más trata de dejar. Creo que siempre hice
eso, por eso también es que la gente me ha retribuido tanto cariño.
FUENTE: BÁSQUET PLUS - Fabián García
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