Dijo que esto implica que la Liga
Correntina de Fútbol, a través de su escuela lleva el nombre de su padre
Angel Benedicto Méndez y “tiene el honor de ser la única del país
(excluyendo Buenos Aires) en poner a uno de sus árbitros en dos
mundiales y una final”.
Angel Méndez sostiene que todo esto tiene su historia y se remonta al mes de diciembre de 1987 cuando Guillermo Marconi, “el libertador del arbitraje del interior”, como lo apodó él, “convocó a cinco o seis árbitros referentes del país en la que fui incluido, dando inicio a lo que luego sería el SADRA (Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina)”.
Angel Méndez sostiene que todo esto tiene su historia y se remonta al mes de diciembre de 1987 cuando Guillermo Marconi, “el libertador del arbitraje del interior”, como lo apodó él, “convocó a cinco o seis árbitros referentes del país en la que fui incluido, dando inicio a lo que luego sería el SADRA (Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina)”.
“Con la creación del SADRA, los árbitros del interior comenzaron a
tener participación en el fútbol nacional, cortando así décadas de
marginación por parte de la Asociación Argentina de Arbitros conocida
como las tres AAA. Hoy, nuestros árbitros/asistentes se desempeñan sin
problemas en los torneos organizados por la AFA, por eso en estos
momentos de alegría y satisfacción recuerdo al señor Marconi como
verdadero responsable de esta revolución” expresó.
Después, Méndez comentó cómo llega Pitana al arbitraje: “Néstor era un estudiante de Educación Física en nuestra ciudad. Él es misionero oriundo del pueblo Corpus Christi. Un día, de forma casual, nos encontramos. Me preguntó si yo era árbitro a lo que rendí afirmativamente, me dijo que en Misiones jugaba para un equipo de fútbol de Santo Pipó en la ciudad de Posadas y que yo lo había dirigido. Seguimos charlando y recordó que en esos momentos estaba jugando para Textil Mandiyú y que no estaba pasando un buen momento económico. Luego de escucharlo se me ocurrió preguntarle que seguramente al día de hoy debe recordar ¿querés ser árbitro?, me miró asombrado y respondió ¿qué tengo que hacer?Lo invité a concurrir a la Escuela de la Liga Correntina de Fútbol, de la que yo era director y daba clases a los aspirantes”. Méndez agregó que el lunes siguiente, mientras daba clases apareció Pitana “ante la mirada de los demás alumnos, quienes veían a este gringo con importante porte que prometía convertirse en un gran árbitro. Así comienza la carrera arbitral del hoy juez más grande de la Argentina y muy posiblemente del mundo”.
“Tiempo después yo me retiro de la escuela por cuestiones personales y Néstor se recibe en el año 2003, dos años más tarde se recibiría en la Liga de Árbitro Nacional”.
Depués Méndez manifestó que recorrieron muchas canchas los jueces de la ACAF y hoy que tuvo la suerte de formar más de 100 árbitros, de manera desiteresada, quiso contar que “en ese preciso instante, cuando se dio el último pitazo en aquel estadio ruso ante la mirada del mundo entrero, sentí una tremenda emoción, tomé mi copa y brindé al cielo exclamando ¡viejo, misión cumplida!; de tu escuela salió hoy el mejor árbitro de fútbol”. En la parte final, Angel Méndez se dirigió a los chicos que hoy comienzan esta profesión, a los que sueñan con superarse, que “sigan el ejemplo de Néstor, que el esfuerzo siempre trae su recompensa y que la suerte no existe como tal, es una excusa, es la preparación, el deseo de conseguir algo y aprovechar esa oportunidad que se te presenta y es la que te llevará a alcanzar tus logros”.
Después, Méndez comentó cómo llega Pitana al arbitraje: “Néstor era un estudiante de Educación Física en nuestra ciudad. Él es misionero oriundo del pueblo Corpus Christi. Un día, de forma casual, nos encontramos. Me preguntó si yo era árbitro a lo que rendí afirmativamente, me dijo que en Misiones jugaba para un equipo de fútbol de Santo Pipó en la ciudad de Posadas y que yo lo había dirigido. Seguimos charlando y recordó que en esos momentos estaba jugando para Textil Mandiyú y que no estaba pasando un buen momento económico. Luego de escucharlo se me ocurrió preguntarle que seguramente al día de hoy debe recordar ¿querés ser árbitro?, me miró asombrado y respondió ¿qué tengo que hacer?Lo invité a concurrir a la Escuela de la Liga Correntina de Fútbol, de la que yo era director y daba clases a los aspirantes”. Méndez agregó que el lunes siguiente, mientras daba clases apareció Pitana “ante la mirada de los demás alumnos, quienes veían a este gringo con importante porte que prometía convertirse en un gran árbitro. Así comienza la carrera arbitral del hoy juez más grande de la Argentina y muy posiblemente del mundo”.
“Tiempo después yo me retiro de la escuela por cuestiones personales y Néstor se recibe en el año 2003, dos años más tarde se recibiría en la Liga de Árbitro Nacional”.
Depués Méndez manifestó que recorrieron muchas canchas los jueces de la ACAF y hoy que tuvo la suerte de formar más de 100 árbitros, de manera desiteresada, quiso contar que “en ese preciso instante, cuando se dio el último pitazo en aquel estadio ruso ante la mirada del mundo entrero, sentí una tremenda emoción, tomé mi copa y brindé al cielo exclamando ¡viejo, misión cumplida!; de tu escuela salió hoy el mejor árbitro de fútbol”. En la parte final, Angel Méndez se dirigió a los chicos que hoy comienzan esta profesión, a los que sueñan con superarse, que “sigan el ejemplo de Néstor, que el esfuerzo siempre trae su recompensa y que la suerte no existe como tal, es una excusa, es la preparación, el deseo de conseguir algo y aprovechar esa oportunidad que se te presenta y es la que te llevará a alcanzar tus logros”.
DIARIO EPOCA
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