Peñarol derrotó a Boca Juniors por 83-73 en semis y se convirtió en el segundo finalista de la Liga Nacional de Básquet. El elenco marplatense logró barrer su serie ante el Xeneize en Capital Federal y, tras el 3-0 global logrado, ahora jugará la final de temporada ante Regatas Corrientes, que ya eliminó a Argentino de Junín.
Fue un partido de trámite cambiante. En el comienzo del cotejo la balanza se inclinó a favor de Peñarol, que fue muy superior y supo manejar los tiempos y el score a placer (llegó a sacar 14 de ventaja). Boca empezó a limar diferencias en el segundo cuarto y volvió al partido en el inicio del complemento, donde tomó el control del juego gracias a un Gary Flowers intratable.
Pero nada estaba dicho hasta el final y en el último cuarto el partido volvió a tomar un giro dramático y decisivo. Es que Peñarol retomó el dominio del encuentro de la mano de un tremendo Facundo Campazzo, que se guardó su mejor versión para el cierre. El base fue clave, así como lo expuesto por Isaac Sosa y Franco Giorgetti. Poco a poco y en un final intenso, el Milrayitas terminó la noche más derecho y se llevó la victoria que lo deposita en las finales de la Liga.
Boca arrancó el pleito más enchufado. De la mano de Flowers y Cequeira el local se adelantó por 5-0 en el marcador y parecía controlar ese inicio a pesar de no ser dominante. Pero no tardó en secarse, porque Peñarol empezó a defender mucho más intenso y esto incomodó a la defensa anfitriona. El Xeneize tomó un par de malas decisiones y a eso se sumó que no encontró ni suerte ni eficacia en sus lanzamientos. Así se fue descolocando y le cedió terreno a un rival que no perdonó.
Y Peñarol se encendió en tan solo unos minutos. El equipo dirigido por Rivero se despertó tras dos minutos y clavó un tremendo parcial de 16-0, con un Fisher afilado en ambos frentes y con aportes interesantes como Boccia en defensa, Campazzo en el traslado y Gutiérrez con su tiro perimetral. En un abrir y cerrar de ojos el elenco marplatense se situó 16-5 arriba y obligó a Duro a pedir un tiempo muerto para revertir la tendencia de Peñarol.
El entrenador del cuadro metropolitano cambió un par de piezas, sobre todo en el juego interno, mandando a Delía y Diez a la cancha en lugar de Battle y Flowers. Pero a pesar de las sustituciones, Boca siguió sin encontrarle la vuelta al mal inicio, le costó meter goles de campo (solo anotó 1/11 en cancha), tuvo varias pérdidas (6) y le costó frenar la ofensiva marplatense. El momento se tradujo en un primer cuarto favorable a Peñarol, que se adelantó por 21-7.
El segundo segmento fue un poco mejor para el Xeneize. Si bien tardó en concretar varias situaciones de gol, el local pudo aprovechar que Peñarol hizo descansar a muchos de sus titulares (Campazzo, Gutiérrez, Fisher y Leiva) y descontó la diferencia. Los de Duro se arrimaron a un 23-15 más parejo, y allí fue donde los marplatenses volvieron a poner toda la carne al asador para no dejar que el local se siga acercando.
Con un triple de Diez y el reingreso de Flowers, Boca se animaba mucho más a remontar el score luego de ponerse a tan solo siete unidades (29-22), pero Peñarol levantó en los últimos dos minutos y se volvió a alejar. Llegaron dos bombas muy certeras de la mano de Sosa y Weigand y el Milrayitas mejoró notablemente su eficacia de campo y se disparó 35-22 a 1m46s del entretiempo.
Peñarol tuvo una tremenda ayuda desde el banco con el ingreso de Sosa, que le dio a la visita muchísima efectividad e hizo salir a su equipo de un pasaje un tanto apretado. Boca se había quedado sin gol, y a pesar de que Battle contribuyó mucho en la pintura, la leve mejora recién se pudo ver sobre el cierre del parcial. El final de la primera mitad, con un Peñarol más dominante, marcó el 38-26 con ventaja para el cuadro huésped.
El tercer parcial inició con un Boca más movedizo. Cequeira fue clave para romper el molde y aportarle otro tipo de frescura al equipo, el Xeneize atravesó por un momento muy dulce, y en tan solo cuatro minutos se puso abajo por tan solo dos unidades, con un 44-42 que empujó a Rivero a pedir un tiempo muerto urgente. El local había encontrado la efectividad que no supo tener durante el primer tiempo, pero el desafío para los de Duro era mantener esa performance.
Obviamente que Peñarol intentó revertir esa situación favorable para el dueño de casa, pero independientemente de que los marplatenses tuvieron fallas a la hora de concretar sus lanzamientos, en defensa tampoco pudieron detener el buen tercer cuarto que tuvo Flowers en Boca. Si a eso le sumamos el problema de foules que ostentó Peñarol hasta ese momento (Leiva con 4, Ibarra con 3 y Campazzo, Gutiérrez y Weigand con 2), el pasaje para los de Rivero no era positivo.
Flowers fue a la línea de libres y con dos conversiones le dio la ventaja a Boca por la mínima (47-46). A eso se sumaron dos dobles de Safar para estirar distancias (51-46). La superioridad del local no era lo suficientemente relajante, pero pasó por un mucho mejor momento que su rival y con una volcada de Aguerre se siguió alejando en el tanteador (53-46). El parcial de Flowers fue perfecto, y de su mano Boca tomó su mejor forma, hasta ingresar al último segmento adelantándose por 56-53 en el tanteador (parcial de 30-15).
El tramo final fue intenso. Peñarol entró mucho más enchufado, mucho de esto producto de un Campazzo que empezó a tomar mayores responsabilidades en ataque, siendo el conductor de las ofensivas, consiguiendo varias penetraciones y adquiriendo un protagonismo fuerte con varias anotaciones. A eso se sumaron las discretas pero importantes unidades que arrimó Fernández, y los marplatenses comenzaron a plasmar su clásico juego de vértigo para complicar a un Boca que siguió contando con la mano caliente de Flowers.
El Milrayitas consiguió volver a tener la delantera en el score por 64-62, aunque cayó muy pronto en la penalización de faltas, un detalle que continuó siendo importante dentro del juego. Pero Boca no explotó el error y Peñarol aprovechó eso para imponer su juego, y gracias a un potente Campazzo se colocó 69-64 a falta de cinco minutos para el final. Los de Rivero continuaron por la misma senda inspirada, y mucho más después de una fantástica acción de Giorgetti en ambos aros, con un robo a Flowers y una ofensiva de tres puntos (doble y falta) en la misma jugada: 74-66.
Poco a poco las chances de Boca se fueron diluyendo, por errores en ofensiva y porque Peñarol siguió manteniendo puntos altos en cancha, sobre todo con Campazzo y Giorgetti. Boccia también realizó un buen aporte sobre el final y tras un buen cierre la victoria quedó en manos del equipo marplatense, que se metió en la final de la Liga tras barrer al Xeneize por 3-0. Ahora, el Milrayitas se medirá ante Regatas en la serie definitiva.
BASQUET PLUS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario