"Fútbol, pasión de multitudes", reza el refrán que bien podría graficar lo que representa este deporte en el país. Sin embargo, las últimas semanas dejaron al espectáculo en segundo plano y se caracterizaron por diferentes hechos que mancharon la pelota en demasía.
Como para ponerle un comienzo a una seguidilla de sucesos desafortunados (y otros, no tanto), hay que remontarse al primero de los dos Superclásicos por la Copa Libertadores, disputado en el Monumental. Allí, si bien no hubo que lamentar heridos, prácticamente no se jugó al fútbol. La famosa "viveza" argentina se impuso sobre las ganas de jugar y el encuentro se convirtió en un verdadero concierto de patadas, empujones e insultos que el árbitro Germán Delfino jamás supo controlar.
Claro que, al lado de lo sucedido en La Bombonera, lo de este primer partido parece casi un cuento de hadas. Aquella fatídica noche del 14 de mayo en La Boca, de lo que menos se habló fue de fútbol. Transcurrido el primer tiempo, y antes de comenzar el complemento, los jugadores de River fueron atacados con gas pimienta desde la tribuna.
Todo esto desencadenó en un bochorno que culminó con varios jugadores sentidos y la suspensión y posterior descalificación de Boca del torneo. Además, los días posteriores tuvieron a Adrián "Panadero" Napolitano, responsable según puede verse luego en las cámaras, como protagonista absoluto de las noticias deportivas. El fútbol, brillando por su ausencia.
Lo cierto es que este papelón ocurrido en el cruce entre los dos equipos más grandes del país también pasó a segundo plano debido a dos hechos trágicos que sacudieron a todos: las muertes de Emanuel Ortega y de Cristian Gómez, ambos jugadores del ascenso, en pleno campo de juego.
Ortega, jugador de San Martín de Burzaco, chocó su cabeza contra la pared en el encuentro ante Juventud Unida por la Primera C y, tras varios días internado, perdió su vida por una doble fractura de cráneo de la que no se pudo reponer.
Y fue este último domingo cuando la muerte volvió a decir presente en las canchas argentinas. El defensor Cristian Gómez, de Atlético Parana, falleció luego de caer desvanecido en pleno encuentro ante Boca Unidos de Corrientes, por la Primera B Nacional.
Lo más curioso (y hasta ridículo) de todo esto es que, apenas algunas horas después, a miles de kilómetros de allí, se vivieron momentos de tensión en el choque entre Godoy Cruz y Belgrano en Mendoza.
Tras un partido con polémica, los jugadores del Pirata terminaron enfrentándose con la infantería mendocina y denunciaron que fueron atacados ¡con gas pimienta! Sí, el mismo gas por el que Boca fue descalificado de la Copa Libertadores.
Además, durante el mismo partido, hinchas de Belgrano que se infiltraron en el Malvinas Argentinas también habían protagonizado incidentes con el público local.
En definitiva, se viven días de puras pálidas en un fútbol argentino que no gana para disgustos. Parar la pelota, pensar, repensar y aprender de los errores seguramente serán algunas de las medidas que deberán tomarse para que, de a poco, esta realidad más que triste comience a enderezarse.
Por ahora, y mientras esto siga así, habrá un sólo perdedor, que poco tiene que ver con lo deportivo en sí. A esta altura, el fútbol argentino está en zona de descenso.
Fuente: Minuto Uno
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