El correntino Alfredo Oscar Urbina tuvo una gran trayectoria en el fútbol profesional pero hoy disfruta de la enseñanza y formación de la categoría más chica que participa en AFA. Entrena la 9ª de Boca Unidos y destaca el nivel del jugador correntino. Su imagen es Jorge Griffa y tiene algunas cosas que lo asemejan mucho.
-¿Cuál es el nivel de semillero correntino?
El fútbol correntino tiene buen nivel, sucede que la Liga Correntina de Fútbol no tiene un torneo muy competitivo y cuesta un tiempo adaptarlos a las competencias de AFA.
El fútbol correntino tiene buen nivel, sucede que la Liga Correntina de Fútbol no tiene un torneo muy competitivo y cuesta un tiempo adaptarlos a las competencias de AFA.
-Dirigís la categoría más chica de AFA…
Me da mucha satisfacción dirigir estas categorías, porque me llevo bien con los chicos. Quieren aprender y te lo demuestran todos los días. Son responsables y uno se siente potenciado a la hora de trabajar. Me gratifica mucho eso.
Me da mucha satisfacción dirigir estas categorías, porque me llevo bien con los chicos. Quieren aprender y te lo demuestran todos los días. Son responsables y uno se siente potenciado a la hora de trabajar. Me gratifica mucho eso.
-¿Tenés una opinión formada sobre la violencia en el fútbol?
Me desagrada muchísimo cuando pasan estas cosas como lo del Superclásico. Me da tristeza, vergüenza ajena y creo que se fue desvirtuando mucho la pasión y el sentimiento por una camiseta. Me puedo poner contento o mal por el resultado de mi equipo, pero no reaccionar y menos responsabilizar al rival. Hay cosas que no se entienden, como a aquel que quiere lastimar a otro por algún resultado o pensar distinto.
Me desagrada muchísimo cuando pasan estas cosas como lo del Superclásico. Me da tristeza, vergüenza ajena y creo que se fue desvirtuando mucho la pasión y el sentimiento por una camiseta. Me puedo poner contento o mal por el resultado de mi equipo, pero no reaccionar y menos responsabilizar al rival. Hay cosas que no se entienden, como a aquel que quiere lastimar a otro por algún resultado o pensar distinto.
-¿Elegiste el ser formador antes de ser dirigente?
De a poco fui eligiendo mi carrera después de ser jugador. Cuando jugaba siempre decía que no iba a ser entrenador y acá me tienen, cambiando de parecer (risas). Un poco empujado por mis familiares porque fui viendo crecer a mi hijo y de apoco me fue picando el “bichito”. Y estar en la categoría más chica me genera muchas cosas lindas también, porque se requiere de paciencia y soy como el que les enseña a caminar en este mundo del fútbol.
De a poco fui eligiendo mi carrera después de ser jugador. Cuando jugaba siempre decía que no iba a ser entrenador y acá me tienen, cambiando de parecer (risas). Un poco empujado por mis familiares porque fui viendo crecer a mi hijo y de apoco me fue picando el “bichito”. Y estar en la categoría más chica me genera muchas cosas lindas también, porque se requiere de paciencia y soy como el que les enseña a caminar en este mundo del fútbol.
-¿Estos chicos tienen virtudes o mañas?
No les enseñamos mañas. En mi época de profesional aprendí muchas cosas buenas y eso les enseño. Aprender a entrenar y a tratar de superar a mi rival por las buenas. Cuidado que hay mañas buenas y malas, es mejor que cada uno aprenda por su lado y no enseñarles. Mi viejo siempre me decía que cuando uno se dedica a algo, con el tiempo tiene que mostrar un trofeo logrado, no uno robado o comprado.
No les enseñamos mañas. En mi época de profesional aprendí muchas cosas buenas y eso les enseño. Aprender a entrenar y a tratar de superar a mi rival por las buenas. Cuidado que hay mañas buenas y malas, es mejor que cada uno aprenda por su lado y no enseñarles. Mi viejo siempre me decía que cuando uno se dedica a algo, con el tiempo tiene que mostrar un trofeo logrado, no uno robado o comprado.
-¿Qué cambió en el fútbol en los últimos 30 años?
-Cambió mucho, incluso la sociedad ya no es la misma. Tenemos urgencias de todo tipo, vivimos distintos y se fue perdiendo el respeto en muchos sentidos. Ahora no hay lealtad y eso hace que en algunos partidos se busque el resultado a toda costa. Yo les enseño todo lo bueno que aprendí en una cancha. Les enseño a ganar, jugando.
-Cambió mucho, incluso la sociedad ya no es la misma. Tenemos urgencias de todo tipo, vivimos distintos y se fue perdiendo el respeto en muchos sentidos. Ahora no hay lealtad y eso hace que en algunos partidos se busque el resultado a toda costa. Yo les enseño todo lo bueno que aprendí en una cancha. Les enseño a ganar, jugando.
-¿Qué nunca le pedirías a tus dirigidos?
-Nunca les pediría que hagan cosas malas, que roben por ejemplo, que vayan por el mal camino. Que muestren eso que me enseñaba mi papá, que busque el trofeo ganado y no el robado. Quiero que sean honestos, eso es lo que yo quiero dejar en mis dirigidos.
-Nunca les pediría que hagan cosas malas, que roben por ejemplo, que vayan por el mal camino. Que muestren eso que me enseñaba mi papá, que busque el trofeo ganado y no el robado. Quiero que sean honestos, eso es lo que yo quiero dejar en mis dirigidos.
-El fútbol es un reflejo de la sociedad ¿Es una frase hecha?
-Se nota que es así. Pasó en el Superclásico por Copa Libertadores y se ve muy seguido. Superar algunas situaciones con trampa se ve cotidianamente en la sociedad. Eso provoca reacción y dolor en los que procuramos enseñar algo distinto. Quizás un camino más largo y difícil, pero honesto y que da sus buenos frutos.
-Se nota que es así. Pasó en el Superclásico por Copa Libertadores y se ve muy seguido. Superar algunas situaciones con trampa se ve cotidianamente en la sociedad. Eso provoca reacción y dolor en los que procuramos enseñar algo distinto. Quizás un camino más largo y difícil, pero honesto y que da sus buenos frutos.
Fuente: Época- Mariano Blanco
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