El correntino, número 98ª del ranking, se metió en la segunda
ronda del Abierto de Australia luego de conseguir una sólida victoria
por 6-1, 6-3 y 6-1 ante el español Albert Montañés.
Pura alegría -dentro de la serenidad que siempre lo caracteriza-
era Leonardo Mayer después de su debut en Melbourne. Y no era para
menos. Pero la amplia
sonrisa que se dibujaba en su rostro cuando ingresó a la sala de
conferencias de prensa tenía una razón especial. Este fue el primer
triunfo de su carrera en el Grand Slam australiano. Y llegó recién en su
sexta participación.
“No era lindo venir a jugar el torneo y
perder siempre en primera ronda. Pero la verdad es que esta es la
primera vez que llego bien preparado. Por eso estoy muy contento”,
aseguró. Mayer dominó el juego de principio a fin con un servicio que
fue clave para el resultado final y ante un rival que nunca pudo meterse
en el partido. “No dejé huecos en la cancha. Montañés intentó jugar,
pero yo estuve muy sólido y la verdad es que le saqué mucha ventaja”,
analizó Leo, que terminó el encuentro con 13 aces, 13 tiros ganadores
(contra uno de su rival), siete quiebres y solamente un error no
forzado.
Ni siquiera el rival que asoma en el horizonte le
borró la sonrisa. Es que el correntino sabe que se enfrentará al serbio
Novak Djokovic, vencedor del eslovaco Lukas Lacko por 6-3, 7-6 (7-2) y
6-1, en la segunda ronda, y no es algo que pase todos los días. “Hay que
disfrutarlo”, afirmó.
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