Un duro golpe le acertó Argentino de Junín a Regatas Corrientes, al superarlo claramente por 105 a 74. La forma, la manera, caló hondo, dejando atrás un invicto de 34 partidos al hilo ganado en casa. Con mucha autocrítica, después de la categórica derrota, el técnico Nicolás Casalánguida dijo “de las derrotas siempre hay que aprender”.
“No
soy amigo de la frase hecha: “dar vuelta la página”, porque creo que es
subestimar una derrota, no tener humildad. De las derrotas siempre hay que
aprender, para seguir corrigiendo errores y profundizar en lo que uno considera
puede seguir mejorando”, comenzó diciendo el técnico de Regatas Corrientes,
Nicolás Casalánguida, después de la categórica derrota ante Argentino de Junín
por 105 a 74.
“Ahora
necesitamos volver a entrenar. Son días de muchos partidos y descansos, pero de
pocos entrenamientos. Necesitamos volver a prepararnos bien para el próximo
partido, y en este sentido estoy convencido que el personal que tenemos, y
todos, vamos a dar una mejor cara para recibir a Lanús”, siguió comentando el
entrenador en relación al juego de este miércoles ante el “Granate”;
reprogramado de la decimosexta fecha.
Consultado
si saca algo positivo de esta derrota, Casalánguida fue contundente al afirmar
que “hoy (por el domingo) hicimos todo mal, muy pocas cosas bien, por lo que
siempre me preocupa perder, pero más que nada me ocupa ya que sabemos que hay
cosas por hacer, por mejorar. Lo más importante es que la Liga continúa, que
nos quedan muchas fechas, y que nuestros objetivos están intactos”.
Respecto
a las sensaciones que tuvo a lo largo del juego, especialmente en el último
cuarto en donde se buscó dar vuelta la historia pero se fracasó, Casalánguida
fue muy sincero al sentenciar “se genera una sensación de que en algún momento
lo vas a dar vuelta, y eso conspiró con nuestra forma de juego”.
“Los
34 partidos invictos, la gente, te hace pensar de esa manera, y nosotros lo
buscamos con un juego dinámico, con posesiones mucho más cortas y tiros rápidos
(6/31 en triples, 24/42 en dobles, y 8/13 en simples) para acortar la ventaja,
y al final Argentino sacó provecho de esa forma para ganarnos por más de 30
puntos”, prosiguió.
“Hay
que reconocer los méritos del rival –continúo-. Argentino jugó un buen
básquetbol, encontró una muy buena efectividad (9/18 en triples, 26/36 en
dobles, y 26/28 en simples), y nosotros no estuvimos a la altura de lo que
venimos jugando, ni en concentración, ni en el cambio de mentalidad durante el
juego, no pudimos estar sólidos ni contundentes en ningún momento”.
Respecto
a la forma en que se dejó escapar el invicto de local, que llegó a 34 partidos,
Casalánguida dijo en el final que “siempre dijimos que algún día íbamos a
perder en casa. Sabíamos que esto iba a pasar, seguramente no nos gusta la
manera, muy fea de perder, pero nunca nos creíamos invencibles de local. No nos
creíamos los mejores del mundo cuando ganábamos, ni tampoco los peores después
de esta clara derrota”.
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