Rusia
no tuvo problemas ante un equipo japonés que desde el comienzo del juego fue
superado por su rival. Y en el final los aplausos, se llevó la promesa rusa
Abaev que además de su gran desempeño se ocupó de arengar al público argentino.
Pese
a la paridad del inicio, en donde Rusia cometió muchos errores no forzados en
el saque, el equipo de Andrey Nozdrin tomó una leve ventaja de dos puntos para
ir controlando el juego, gracias a un intimidador bloqueo y un buen ataque.
Así con un juego más solido y la endeble
de la recepción japonesa en la recta final, Rusia se quedó con el primer set
por 25 a 20.
El
volumen de juego de Rusia creció en el segundo set, al igual que su potente
ataque por el centro de la cancha, aspectos que le permitieron sacar rápidos
dividendos en el marcador, para primero comandar en 12 a 8 y luego en 16 a 9,
para ganar el set por un contundente 25 a 16.
En
el tercer había sólo un equipo en la cancha y Rusia sello su victoria con otro
parcial contundente que esta vez fue 25-17, para quedarse con el match en set
corridos e imponiendo su jerarquía.
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