A principios de año, Alejando Magno Vera irrumpió en el remo, representando al Club de Regatas, con su llegada al seleccionado nacional de remo adaptado. Detrás del reconocido entrenador de básquetbol, hay una rica historia de vida que merece ser contada por su propio protagonista.
“Mi
problema de discapacidad comenzó a los cinco años, con la descalcificación de
la cabeza del fémur derecho. En mi adolescencia tuve dos intervenciones
quirúrgicas. A los 21 años, los médicos deciden fijarme la cadera, presentando
un acortamiento considerable de la pierna derecha”, comenzó comentando Alejandro Vera.
“Con
el transcurrir de los años, la cadera izquierda se me deterioró por tener que
soportar el peso de mi cuerpo, donde a los 40 años los médicos del Hospital
Italiano de Buenos Aires deciden realizarme un reemplazo total de cadera
izquierda”, siguió relatando respecto a su problema motriz.
Más
allá de su problema físico, Vera fue un entusiasta deportista incursionando en
el básquetbol. “Desde muy joven siempre me gustó el deporte, en especial el
básquetbol. Desde los 15 años no salía de las canchas intentando jugar igual
con mi dificultad física. Fue tanta mi pasión por este deporte que me dedique a
leer y estudiar todos los apuntes posibles de básquet”.
“Comencé
como monitor, y desde ahí no pare hasta la actualidad, donde dirigí a varios
clubes de la capital y el interior de Corriente, obteniendo títulos en
inferiores y primera división. Ahora, desde hace más de 20 años estoy a cargo
del área de básquet de la Universidad del Nordeste (UNNE)”, relató.
“También
desde 2011, juego al básquet en sillas de ruedas donde he encontrado a personas
con distintas discapacidades, pero con un corazón enorme, lleno de bondad, y
sobre todo en donde conocimos a la persona que nos juntó y nos cambió la vida a
muchos. Estoy hablando de la licenciada María
Mercedes González”.
SU OTRA PASION
Además
del básquet, Vera tiene otra pasión, el remo, y como no podía ser de otra
manera lo atrapó en el Club de Regatas Corrientes. “Al vivir tan cerca del
Regatas, mis padres me hicieron socio desde adolescente. A los 22 años
aproximadamente se me despertó otra pasión deportiva, el remo. Reme piragua y
sobre todo siempre canoa, de tres a cuatro veces por semana salía a remar en la
canoa”.
“A
fines de 2014, yo remando en mi canoa, me cruzó un bote que se frena a mi
altura y Fernando Ortiz (remero y
actualmente mi entrenador) me dice si me gustaría probarme en el Selectivo para
la Selección Argentina de remo adaptado. Lo primero que le dije fue que yo no
puedo remar esos tipos de botes por mi problema físico, y el mes contesto te
pregunte si te gustaría, entonces le conteste que si, listo vas a poder remar”,
enfatizó.
“Desde
ese entonces empecé a entrenar fuerte, hasta que el 28 de febrero último que
fue el Selectivo de Tigre en la pista Nacional, en donde quede elegido como el
tercer singlista de la categoría TA (tronco y brazo) de la Selección
Argentina”, continuó respecto a su reciente convocatoria a la Selección
Argentina.
“Desde
ese momento las autoridades de Regatas me hicieron algunas adaptaciones al bote
como ser los pontones y fajas, y a partir de allí competí tres veces logrando
un primero, segundo y tercer puesto en Tigre y Mar del Plata”, prosiguió
respecto al amplio apoyo que recibe en la institución del parque Mitre.
“Ahora
mi objetivo es viajar a Río de Janeiro el 4 y 5 de octubre para el campeonato
Brasilero, y de paso ser clasificado por un médico especialista para estar la
categoría exacta y así tener muchas más posibilidades de llegar los Juegos Paralímpicos de Río 2016”, dijo
Vera dejando en claro cual es su próximo objetivo.
“No
tengo sábado, ni domingo, solo sé que tengo que entrenar, más ahora que el Dr. José González del Servicio Médico
Veterinario me esta acompañando con Sieger como patrocinante, en la compra de un par de remos de fibra de
carbono, indumentaria deportiva y viáticos, para concretar mi sueño”, dijo para
finalizar.
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