Tata por duplicado

Dos equipos, dos finales y un técnico. Cuatro años de diferencia posicionan a Martino en la final de la Copa América. ¿Será su revancha?


Volvemos en el tiempo y nos posicionamos cuatro años atás. La Copa América se estaba disputando en nuestro territorio y la Selección Argentina había quedado fuera del certamen en cuartos de final tras caer por penales ante Uruguay, quien luego iba a llegar a la final frente a Paraguay. Justamente vamos a poner foco en aquel equipo guaraní.


Paraguay llegó a la segunda fase del torneo trastabillando, ya que en la zona de grupos se clasificó como uno de los mejores terceros. En cuartos lo esperaba el duro Brasil, al que mandó a su casa ganándole en la definición por penales. Con Venezuela corrió la misma suerte: la Albirroja se impuso desde los doce pasos. El día llegó, el 24 de julio con el estadio de River como escenario, Celestes y Albirrojos se veían la cara en el encuentro decisivo del torneo. Los ojos estaban puestos en el banco paraguayo, donde el actor principal era argentino: Gerardo Martino. La suerte se terminó esa tarde, ya que Uruguay triunfó por 3 a 0. En la Copa anterior, también había estado al mando, pero su participación finalizó en cuartos de final tras caer con México por 6-1.

Pero el Tata ya había comenzado a escribir su historia en guaraní,  con su gran participación en la Copa Mundial 2010, en la cual llegó hasta cuartos de final. Paraguay se despidió de ese torneo luego de caer 1-0 con España, que luego sería el campeón del Mundial. Pero lo sobresaliente es que por primera vez la Albirroja llegaba a esa instancia, ya que lo máximo que había conseguido hasta el momento tres clasificaciones a octavos de final, en los años 1986, 1998 y 2002.

Cuatros años después, Gerardo Martino nuevamente está en el epicentro de la atención, pero esta vez de nuestro lado, vistiendo los colores celeste y blanco. Crucemos los dedos para que el Tata obtenga su revancha.


Fuente: AFA- Daniela Bollorini