“No
se puede resignar puntos de local. Tenemos que volver a tener una localía
fuerte”. Esa es la primera premisa del plantel de Regatas Corrientes en la
recta final de la Fase Regular de la Liga Nacional de Básquetbol (LNB).
El
equipo de Nicolás Casalánguida no
hizo pie en el 2016 al punto que de 27 juegos, apenas pudo ganar en siete (7) oportunidades,
seis (6) de local; y cayendo de la segunda ubicación en 2015, a la octava en la
actualidad.
En
ese contexto, sabiendo que queda poco hilo en el carretel (6 finales), el
plantel de Regatas Corrientes retomó esta tarde a los entrenamientos tras una
gira negativa por Mar del Plata en donde cosechó dos caídas en otras tantas
presentaciones.
El
objetivo de Regatas es inmediato. El sábado Bahía Basket. No hay futuro. El
equipo sabe que hay que ganar como sea y después preparar una gira definitoria
por Paraná, en donde se verá para qué está.
Allí
se resolverá si hay chapa para pelear para entrar a los playoffs, hoy sin esa
chance, o definitivamente preocuparse y ocuparse para eludir la Promoción, hoy con
Sionista como rival directo.
Lo
más importante para encarar la recta final es que el plantel está entero, unido
para afrontar estos compromisos, y cumpliendo con los plazos previstos para ver
en acción definitivamente al ala pivote estadounidense Julián Sensley.
Recordemos
que Sensley, viene de un micro desgarro en el gemelo de la pierna izquierda, desde
el encuentro en La Banda, y ante Quilmes ya tuvo unos minutos de juego, como
estaba previsto.
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