Al vencer a Atlético Paraná 3-0, Boca Unidos consiguió por vez primera en el torneo su segundo triunfo consecutivo, ganó su tercer juego de visitante, y espantó definitivamente el fantasma del descenso, reafirmando su permanencia en la segunda categoría del fútbol argentino.
El resultado en Paraná fue un respiro para todos: jugadores, dirigentes, simpatizantes Aurirrojos, y principalmente para el cuerpo técnico encabezado por Christian Bassedas.
Para nada exultante, siempre medido en sus declaraciones, pero dejando bien en claro su conformidad por los tres puntos conseguidos y la forma en que se logró, se mostró fuera de vestuarios el conductor de Boca Unidos.
“He visto al equipo muy enchufado, muy comprometido, nos jugábamos muchísimo en este partido y teníamos que confirmar el partido que ganamos ante Villa Dálmine, y también tener una revancha del que perdimos en Pergamino con un gol que nos hicieron a los treinta segundos y después no pudimos revertir. Por todo eso estoy muy contento”, resumió Bassedas.
“A mí me ilusiona la manera en que ganamos, no solamente el ganar, porque con Estudiantes de San Luis nos tocó perder y habíamos jugado un partido para ganarlo. Sabemos que el resultado es todo, porque te premia o te condena, pero las formas también son importantes”, subrayó.
El técnico destacó el trabajo defensivo del equipo. “Estuvieron muy bien. Acá hay dos centrales que todavía no tocaron su techo (por Marcelo Ortíz y Ariel Morales), jóvenes del club que hicieron un partido extraordinario frente a Noir y Cadenazzi que venían convirtiendo y son complicados para la marca”.
Bassedas también elogió la tarea “tanto de Leo Baroni como de Rolo (por Ricardone), que han hecho un partido de mucha atención y estuvieron firmes en la marca”.
Claro que no sólo la producción en el fondo fue destacada en Boca Unidos. “Nuestro déficit venían siendo las desatenciones defensivas y los goles que no hemos podido concretar, porque fallábamos en las terminaciones; hoy se concretaron, porque los muchachos están recuperando la confianza”.
Por todos estos aspectos que hacen al juego colectivo, Bassedas no dudó al hacer un análisis del rendimiento del equipo. “Creo que hoy (por el lunes) fue el mejor partido que hemos jugado, sin dudas de visitante, y no sé si desde que estamos nosotros también, más allá que el partido con Villa Dálmine también me gustó como lo hemos jugado”, apuntó.
“Siempre supimos que hay buenos jugadores, hay presente y hay futuro, jóvenes con pocos partido encima todavía, pero quiero verlos en treinta, cuarenta o cincuenta partidos a muchos de los pibes que hoy están. Creo que con ellos podemos desplegar un lindo juego de acuerdo a lo que uno entiende de fútbol”, se entusiasmó.
El entrenador considera que de las adversidades provienen las fortalezas. “Hemos convivido con la adversidad, cosa que no es fácil, a mi entender más en los resultados que en las producciones futbolísticas, pero también hemos tenido que corregir las atenciones. Con San Martín de Tucumán, con Instituto, en Pergamino, hemos recibido goles antes de los cinco minutos; son cuestiones que por ahí dolieron muchísimo, pero también nos dieron el valor para madurar”, consideró.
El técnico sabe que no hay que dormirse en los laureles. “Esto es una lucha constante. Tenemos que enfocarnos ya en el próximo partido (NdR: el sábado a las 20 horas recibe a Brown de Adrogué), tratar de jugar bien, y como consecuencia de eso llegarán los resultados, pero no podemos aflojar de ninguna manera. Ojalá que podamos terminar el torneo con una sonrisa para poder apuntar a otra cosa el campeonato que viene, para aspirar a pelear arriba”, concluyó.
El resultado en Paraná fue un respiro para todos: jugadores, dirigentes, simpatizantes Aurirrojos, y principalmente para el cuerpo técnico encabezado por Christian Bassedas.
Para nada exultante, siempre medido en sus declaraciones, pero dejando bien en claro su conformidad por los tres puntos conseguidos y la forma en que se logró, se mostró fuera de vestuarios el conductor de Boca Unidos.
“He visto al equipo muy enchufado, muy comprometido, nos jugábamos muchísimo en este partido y teníamos que confirmar el partido que ganamos ante Villa Dálmine, y también tener una revancha del que perdimos en Pergamino con un gol que nos hicieron a los treinta segundos y después no pudimos revertir. Por todo eso estoy muy contento”, resumió Bassedas.
“A mí me ilusiona la manera en que ganamos, no solamente el ganar, porque con Estudiantes de San Luis nos tocó perder y habíamos jugado un partido para ganarlo. Sabemos que el resultado es todo, porque te premia o te condena, pero las formas también son importantes”, subrayó.
El técnico destacó el trabajo defensivo del equipo. “Estuvieron muy bien. Acá hay dos centrales que todavía no tocaron su techo (por Marcelo Ortíz y Ariel Morales), jóvenes del club que hicieron un partido extraordinario frente a Noir y Cadenazzi que venían convirtiendo y son complicados para la marca”.
Bassedas también elogió la tarea “tanto de Leo Baroni como de Rolo (por Ricardone), que han hecho un partido de mucha atención y estuvieron firmes en la marca”.
Claro que no sólo la producción en el fondo fue destacada en Boca Unidos. “Nuestro déficit venían siendo las desatenciones defensivas y los goles que no hemos podido concretar, porque fallábamos en las terminaciones; hoy se concretaron, porque los muchachos están recuperando la confianza”.
Por todos estos aspectos que hacen al juego colectivo, Bassedas no dudó al hacer un análisis del rendimiento del equipo. “Creo que hoy (por el lunes) fue el mejor partido que hemos jugado, sin dudas de visitante, y no sé si desde que estamos nosotros también, más allá que el partido con Villa Dálmine también me gustó como lo hemos jugado”, apuntó.
“Siempre supimos que hay buenos jugadores, hay presente y hay futuro, jóvenes con pocos partido encima todavía, pero quiero verlos en treinta, cuarenta o cincuenta partidos a muchos de los pibes que hoy están. Creo que con ellos podemos desplegar un lindo juego de acuerdo a lo que uno entiende de fútbol”, se entusiasmó.
El entrenador considera que de las adversidades provienen las fortalezas. “Hemos convivido con la adversidad, cosa que no es fácil, a mi entender más en los resultados que en las producciones futbolísticas, pero también hemos tenido que corregir las atenciones. Con San Martín de Tucumán, con Instituto, en Pergamino, hemos recibido goles antes de los cinco minutos; son cuestiones que por ahí dolieron muchísimo, pero también nos dieron el valor para madurar”, consideró.
El técnico sabe que no hay que dormirse en los laureles. “Esto es una lucha constante. Tenemos que enfocarnos ya en el próximo partido (NdR: el sábado a las 20 horas recibe a Brown de Adrogué), tratar de jugar bien, y como consecuencia de eso llegarán los resultados, pero no podemos aflojar de ninguna manera. Ojalá que podamos terminar el torneo con una sonrisa para poder apuntar a otra cosa el campeonato que viene, para aspirar a pelear arriba”, concluyó.
rpoletti@ellitoral.com.ar EL LITORAL
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