El
entrenador de Boca Unidos expresó su preocupación por la ida de Gonzalo
Ríos a Quilmes y por la grave lesión sufrida el viernes por Guillermo
Israilevich (lo tendrá inactivo un semestre). No obstante confió que hay
chicos en el club que tendrán su oportunidad.
Como el resto del plantel y cuerpo técnico, el entrenador Carlos
Trullet estaba triste por la grave lesión de Guillermo Israilevich,
quien permanecerá un semestre -aproximadamente-fuera de las canchas.
Además, se lo veía preocupado porque se suma a la deserción de Gonzalo
Ríos que fue transferido a préstamo a Quilmes de la primera división de
la AFA.
“Estoy triste por la lesión (de Israilevich) y preocupado por la
ausencia (de Ríos), vamos a pensar bien lo qué vamos a hacer. Pero en el
club hay chicos que van a tener la oportunidad. Está Benítez
(Jonathan), Galarza (Víctor) que tendrán posibilidad también”, comentó
Trullet.
La preocupación existe y lo manifiesta: “No solamente debemos lamentar
la pérdida de otro jugador importante (el anterior fue el pase de
Gonzalo Ríos a Quilmes) sino que son lesiones que te sacan por un tiempo
largo de la competencia”.
“A todos nos duele que Gonzalo (Ríos) no esté más en el equipo, es un
jugador muy importante, pero también es la primera vez que Boca Unidos
se presenta como un proveedor de jugadores para primera división y esto
para lo que se propone y el proyecto que tiene el club es muy
importante, además del dinero que ingrese y que servirá como estímulo
para proyecto de divisiones inferiores”.
Después, el conductor técnico confió que cuando pasa una desgracia como
ésta todo el análisis y el balance queda para otro lado. “No vi mala
intención en el pibe (Pablo Mazza), cuando la cancha se pone en este
estado pueden ocurrir cosas lamentables como ésta, los resbalones,
circunstancias desgraciadas”.
Dentro de ese panorama hubo un partido de fútbol en un campo de juego
anormal y Trullet consideró que Boca Unidos hizo todo el trabajo en el
primer tiempo, “creo que se jugó bastante bien, cuando el campo daba
para trasladar la pelota se intentó. El equipo quiso jugar por abajo y
por momentos lo logró. Douglas Haig hizo el gol en el primer tiempo en
la única jugada de peligro que tuvieron y después otro sobre el final.
Creo que fue un gol de otro partido y nosotros estuvimos ahí hasta que
logramos empatar”.
Continuando con su apreciación indicó que cuando arrancó el segundo
tiempo quisieron hacer lo mismo pero ya no pudieron. “Fuimos a campo
rival pero se hizo difícil, uno por ahí trataba de jugar y la pelota se
frenaba, entonces tuvimos que ir a buscar en la segunda jugada, capturar
algún rebote. El partido se desnaturalizó en cuanto a lo que nosotros
proponemos y si bien tuvimos algunas posibilidades, no muy claras, se
tornó todo más complicado, quedamos a expensa de alguna contra rival y
así como pudimos haberlo ganado también ellos pudieron hacerlo”.
Trullet se lamentó porque en campo de juego otro pudo ser el resultado,
“sobre todo por lo que propusimos en el primer tiempo, indudablemente
fuimos superiores en el desarrollo del partido; atacó, fue veloz. Ellos
se encontraron con el gol y se limitaron a defenderlo. De cualquier
manera Douglas es un equipo que tiene buen juego aéreo, te complican de
arriba y cuentan con un jugador de primera división que es Mazza (Pablo)
y hay que tener mucho cuidado”.
Pese a todo, Trullet afirmó que la cancha de Huracán aguantó bastante,
“a pesar del diluvio una parte del partido se pudo jugar, después se
complicó pero hay veces que debes cambiar la manera de jugar y eso no te
beneficia”.
La lesión de Guillermo la sintieron todos y hasta el mismo rival.
“Cuando finalizó el partido Guglielminpietro se acercó y nos dijo que
Mazza todavía estaba llorando en el vestuario por la jugada desgraciada,
que afecta mucho más al que la sufre pero son situaciones que te sacan
del partido, que te desconcentran. Después, el temor generalizado”.
“Pero, bueno, la cancha daba para eso en el segundo tiempo y no tenés
alternativa porque al partido lo debes disputar lo mismo.
Guglielminpietro vino a pedir disculpas, pero le dije que son jugadas
desafortunadas, en este caso producto del campo de juego que estaba muy
pesado. Le dije que no hay disculpas que presentar, fue una jugada
desafortunada, pero estaba dolorido por lo que había pasado”.
DIARIO EPOCA
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