Argentina ganó tres de las cuatro semifinales disputadas en Copa América. Nos preparamos para un nuevo desafío...
La edición de 1987 se celebró en tierras albicelestes, por lo que el
equipo de Carlos Bilardo se ubicaba en lo más alto del podio de
favoritos. Sin embargo, su camino hacia la gloria se vio obstaculizado
por Uruguay, que quería conqusitar su segundo campeonato consecutivo
(sumando el de 1983). Así pues, un Monumental repleto vivió una de sus
noches más tristes, porque uno de los delanteros estrella charrúas,
Antonio Alzamendi, marcó el único tanto de un partido que amargó la
fiesta en el país. Luego, el elenco comandado por Roberto Fleitas se
consagró campeón.
Y de allí data la primera imagen de Argentina en una semifinal de
Copa América. Sí, la primera vez debido a que en la mayoría de las
ediciones anteriores el sistema definitorio era de liguilla. Se trató de
un comienzo un tanto oscuro para la Selección en esta instancia. Pero
luego, lógico, el orgullo y grandeza de nuestros jugadores cambiaron el
curso de la historia...
El tiempo de revancha llegó en 1993. Claro, en aquella recordada
última vuelta. Y la sede fue el Monumental, pero esta vez el de
Guayaquil (Ecuador). Allí, la batuta de Alfio Basile enfrentó a Colombia
con intenciones de llegar al ansiado último escalón del certamen, que
ya tenía a México esperando. ¿Cómo terminó aquel capítulo? Con victoria
argentina, gracias al 6-5 en los penales tras empatar 0 a 0 en un duelo
colmado de estrellas. Jorge Borelli convirtió ese último tiro en un
grito al unísono que retumbó hasta el día de la final y sirvió para
ganarle 2-1 a los mexicanos. De esa forma, nuestra bandera se instaló en
lo más alto de América por segunda vez consecutiva (campeones también
en 1991).
Debieron pasar once años, en tanto, para que Argentina recobrara una
plaza entre los cuatro mejores del continente. Fue en la Copa América
celebrada en Perú. Y podría haberse tratado de una revancha cafetera;
pero la alegría volvió a teñirse de celeste y blanco. En el Estadio
Nacional de Lima, el panorama fue contundente, ya que Tevez, Lucho
González y Sorín no dieron lugar a las ilusiones colombianas. Junto al
pitazo final de Gilberto Hidalgo, quedó un 3-0 para el recuerdo. Luego,
una fatídica final ante Brasil magró el objetivo argentino (fue derrota
4-2 en penales tras igualar 2-2 en tiempo reglamentario).
Para la siguiente edición, la destreza del Seleccionado Nacional nos
llevó a todos a las semis otra vez. El 2007 nos encontró en territorio
venezolano, y el rival fue México. De este nuevo duelo elitista
derivaron secuencias imborrables, como la del segundo gol argentino,
ejecutado por un joven Messi (usaba la 18 en ese entonces). ¿Cómo fue?
Pase de Tevez abriendo la cancha y Leo, sacándole lustre a su botín
izquierdo, picó la pelota sobre la humanidad de Oswaldo Sánchez, que se
quedó atónito, como todo el Estadio Cachamay de Puerto Ordaz, ante la
definición de quien ya se postulaba como uno de los candidatos a ser el
mejor del mundo.
Ahora bien, eso no fue todo, porque el cotejo
terminó 3-0 gracias a los goles de Heinze y Riquelme, que sumaron
alegrías para determinar el pase a la final. Y en aquella última
instancia, Argentina perdió nuevamente frente a Brasil.
Chile 2015 vuelve a encontrar a la Albiceleste entre los cuatro
mejores. Esta vez, el que estará del otro lado del campo de juego será
Paraguay para disputar un duelo inédito, ya que nunca se cruzaron ambas
selecciones en etapa de eliminación directa. El recorrido llegó a su
tramo más adrenalínico. Y Argentina, por su parte, tiene una cuenta
pendiente. Un anhelo demorado...
FUENTE:AFA - Lucas Gaioli
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