Una publicación realizada ayer por el entrenador Pablo Suárez en su cuenta personal de Facebook desnudó la interna existente en el seno de la Comisión Directiva del Club Deportivo Mandiyú, cuando quedan menos de dos semanas para el debut del Albo en el torneo Federal A de fútbol.
El director técnico del Algodonero redactó lo siguiente en su cuenta de la red social: “Lamentablemente así no se puede trabajar… culpa de dos hombres que quieren su beneficio político y económico con el club, Mandiyú corre el riesgo de no participar al torneo Federal (sic) por no tener los contratos de los jugadores…”.
Estos “dos hombres” a los que hizo referencia Suárez (los mencionaría más tarde en expresiones públicas) son el vicepresidente Gonzalo Saravia y el secretario Carlos Báez Dacunda, quienes están enfrentados con el actual presidente Juan Ignacio Igarzábal por diferencias en el criterio de conducción de la actual cabeza de la Comisión Directiva “algodonera”.
“No quieren firmar los pases de los jugadores; ni yo firmé contrato”, alertó Suárez. “Son los directivos de Textil, que por algo ya venían mal en su anterior club, pero acá no lo van a lograr”, agregó el entrenador en expresiones radiales.
La publicación en Facebook y las palabras posteriores del DT inauguraron una larga jornada de chicanas donde las cuestiones internas del club se ventilaron y discutieron a micrófono abierto y con acusaciones cruzadas.
Saravia y Báez Dacunda provienen del club Textil Mandiyú. Estos dirigentes junto con el ex presidente del club Deportivo Mandiyú, José María Beigbeder (cuñado de Igarzábal), llevaron adelante el procedimiento institucional que derivó en la fusión de los Mandiyú y en la conformación de una comisión directiva encabezada desde agosto del año pasado por Igarzábal como nuevo titular del Albo.
Bajo un mismo y fusionado escudo, Mandiyú compitió en el torneo Federal B de la temporada pasada y tras una exitosa campaña consiguió el ascenso al certamen Federal A, cuya participación comenzará el 17 de septiembre.
La armonía institucional se disipó una vez que pasó la algarabía del éxito deportivo: el primer chispazo fue la ratificación del cuerpo técnico de Suárez, objetado por los “textiles” Saravia y Báez Dacunda, quienes acusaron al DT de tomar un alto perfil en cuanto a sus pretensiones económicas. Cuando Suárez fue ratificado por Igarzábal se hizo evidente la grieta entre estos dirigentes, el presidente y el propio DT.
Bajo un clima de tensa calma se vivió el arranque de la pretemporada y en la presentación protocolar de Suárez no faltaron las palabras de apoyo del propio Saravia, quien secundó a Igarzábal durante esa primera jornada de trabajo.
Pero con su posteo de ayer el director técnico sacó los “trapitos al sol”, llegando a poner en duda la participación del Albo en el certamen Federal A.
Si bien esto último fue desmentido categóricamente por ambas partes, los dirigentes enfrentados no llegaron a un acuerdo en todo lo demás, al menos si se toma como referencia los testimonios vertidos en “cadena” a lo largo de la jornada de ayer.
El director técnico del Algodonero redactó lo siguiente en su cuenta de la red social: “Lamentablemente así no se puede trabajar… culpa de dos hombres que quieren su beneficio político y económico con el club, Mandiyú corre el riesgo de no participar al torneo Federal (sic) por no tener los contratos de los jugadores…”.
Estos “dos hombres” a los que hizo referencia Suárez (los mencionaría más tarde en expresiones públicas) son el vicepresidente Gonzalo Saravia y el secretario Carlos Báez Dacunda, quienes están enfrentados con el actual presidente Juan Ignacio Igarzábal por diferencias en el criterio de conducción de la actual cabeza de la Comisión Directiva “algodonera”.
“No quieren firmar los pases de los jugadores; ni yo firmé contrato”, alertó Suárez. “Son los directivos de Textil, que por algo ya venían mal en su anterior club, pero acá no lo van a lograr”, agregó el entrenador en expresiones radiales.
La publicación en Facebook y las palabras posteriores del DT inauguraron una larga jornada de chicanas donde las cuestiones internas del club se ventilaron y discutieron a micrófono abierto y con acusaciones cruzadas.
Saravia y Báez Dacunda provienen del club Textil Mandiyú. Estos dirigentes junto con el ex presidente del club Deportivo Mandiyú, José María Beigbeder (cuñado de Igarzábal), llevaron adelante el procedimiento institucional que derivó en la fusión de los Mandiyú y en la conformación de una comisión directiva encabezada desde agosto del año pasado por Igarzábal como nuevo titular del Albo.
Bajo un mismo y fusionado escudo, Mandiyú compitió en el torneo Federal B de la temporada pasada y tras una exitosa campaña consiguió el ascenso al certamen Federal A, cuya participación comenzará el 17 de septiembre.
La armonía institucional se disipó una vez que pasó la algarabía del éxito deportivo: el primer chispazo fue la ratificación del cuerpo técnico de Suárez, objetado por los “textiles” Saravia y Báez Dacunda, quienes acusaron al DT de tomar un alto perfil en cuanto a sus pretensiones económicas. Cuando Suárez fue ratificado por Igarzábal se hizo evidente la grieta entre estos dirigentes, el presidente y el propio DT.
Bajo un clima de tensa calma se vivió el arranque de la pretemporada y en la presentación protocolar de Suárez no faltaron las palabras de apoyo del propio Saravia, quien secundó a Igarzábal durante esa primera jornada de trabajo.
Pero con su posteo de ayer el director técnico sacó los “trapitos al sol”, llegando a poner en duda la participación del Albo en el certamen Federal A.
Si bien esto último fue desmentido categóricamente por ambas partes, los dirigentes enfrentados no llegaron a un acuerdo en todo lo demás, al menos si se toma como referencia los testimonios vertidos en “cadena” a lo largo de la jornada de ayer.
A micrófono abierto
Con sus expresiones públicas Suárez inauguró un martes de chicanas cruzadas en los medios de prensa.
El secretario Báez Dacunda fue el primero en tomar la posta y acusó al director técnico de escuchar “una sola campana”, y le recomendó “no inmiscuirse en cuestiones dirigenciales”. Además, le contestó que “no existen dos clubes como deja entrever; y en cuanto a los pases y los contratos, están firmados por mi persona, los tengo desde hace quince días y sólo falta la firma del presidente del club”.
Saravia, por su parte, subrayó que “dejar en tela de juicio la participación no lo veo bien”, y alimentando sus diferencias con el DT recordó que “en su momento estuvo en discusión el monto que iba a percibir este cuerpo técnico”.
“Los pases son cuestiones que se dan bilateralmente con otros clubes y es un proceso que lleva su tiempo”, agregó el vicepresidente al debate.
Báez Dacunda no dejó pasar la oportunidad para criticar el manejo institucional de Igarzábal. “Si una persona comienza a tener un manejo unipersonal y toma decisiones en forma discrecionales, solo y sin tener un consenso o consultar con la Comisión Directiva, por supuesto que las cuestiones no se encauzan como debería ser”, se quejó y cuestionó al presidente por “no rendir cuentas de gastos del club”.
No tardaron en llegar las palabras de Igarzábal, el último en sumarse al radio-debate de Mandiyú: “Las rendiciones están, ya se presentaron en los lugares correspondientes y ante las autoridades correspondientes que solicitaron, quiero desmentir eso, al igual que el tema del balance, el contador tiene todos los papeles listos para el balance”, respondió y de paso acusó de estar “desinformados” a Saravia y Báez Dacunda.
En cuanto a los contratos, el presidente manifestó que “los tiempos apremian” y relató que “hay fichajes que están mal hechos, de esos que hace quince días dicen que tienen firmados. Hay que firmar en la Liga tanto el secretario como yo, y se encamina y soluciona todo”.
“Hay que ponerse de acuerdo y cada uno por su lado puede ir a firmar a la Liga”, agregó el titular del club, dejando en claro que al margen de las diferencias es necesario avanzar con los contratos para “evitarle inconvenientes” al plantel dirigido por Suárez. En total son “nueve contratos AFA obligatorios y el del cuerpo técnico”, aclaró el presidente, quien manifestó que es intención de Mandiyú y de otros clubes de la categoría “superar” esa cifra mínima de contratados.
En medio de estas declaraciones, tanto los “textiles” como los “deportivos” culparon a sus pares de no “atender” llamados telefónicos y deslizaron la posibilidad de seguir la disputa en el terreno legal, más allá de la acalorada jornada mediática de ayer.
Con sus expresiones públicas Suárez inauguró un martes de chicanas cruzadas en los medios de prensa.
El secretario Báez Dacunda fue el primero en tomar la posta y acusó al director técnico de escuchar “una sola campana”, y le recomendó “no inmiscuirse en cuestiones dirigenciales”. Además, le contestó que “no existen dos clubes como deja entrever; y en cuanto a los pases y los contratos, están firmados por mi persona, los tengo desde hace quince días y sólo falta la firma del presidente del club”.
Saravia, por su parte, subrayó que “dejar en tela de juicio la participación no lo veo bien”, y alimentando sus diferencias con el DT recordó que “en su momento estuvo en discusión el monto que iba a percibir este cuerpo técnico”.
“Los pases son cuestiones que se dan bilateralmente con otros clubes y es un proceso que lleva su tiempo”, agregó el vicepresidente al debate.
Báez Dacunda no dejó pasar la oportunidad para criticar el manejo institucional de Igarzábal. “Si una persona comienza a tener un manejo unipersonal y toma decisiones en forma discrecionales, solo y sin tener un consenso o consultar con la Comisión Directiva, por supuesto que las cuestiones no se encauzan como debería ser”, se quejó y cuestionó al presidente por “no rendir cuentas de gastos del club”.
No tardaron en llegar las palabras de Igarzábal, el último en sumarse al radio-debate de Mandiyú: “Las rendiciones están, ya se presentaron en los lugares correspondientes y ante las autoridades correspondientes que solicitaron, quiero desmentir eso, al igual que el tema del balance, el contador tiene todos los papeles listos para el balance”, respondió y de paso acusó de estar “desinformados” a Saravia y Báez Dacunda.
En cuanto a los contratos, el presidente manifestó que “los tiempos apremian” y relató que “hay fichajes que están mal hechos, de esos que hace quince días dicen que tienen firmados. Hay que firmar en la Liga tanto el secretario como yo, y se encamina y soluciona todo”.
“Hay que ponerse de acuerdo y cada uno por su lado puede ir a firmar a la Liga”, agregó el titular del club, dejando en claro que al margen de las diferencias es necesario avanzar con los contratos para “evitarle inconvenientes” al plantel dirigido por Suárez. En total son “nueve contratos AFA obligatorios y el del cuerpo técnico”, aclaró el presidente, quien manifestó que es intención de Mandiyú y de otros clubes de la categoría “superar” esa cifra mínima de contratados.
En medio de estas declaraciones, tanto los “textiles” como los “deportivos” culparon a sus pares de no “atender” llamados telefónicos y deslizaron la posibilidad de seguir la disputa en el terreno legal, más allá de la acalorada jornada mediática de ayer.
DIARIO EL LITORAL
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