El pasado viernes, Ramiro Iglesias le puso punto final a un largo período de inactividad oficial. Después de la lesión que sufrió durante el mes de abril, en plena etapa de playoffs del TNA, volvió a jugar y lo hizo en el triunfo de San Martín frente a Atenas 88 a 80.
“Era algo esperado. Hace casi siete meses que no jugaba y estaba bastante ansioso. Esperaba poder correr, de ver cómo me sentía en el primer partido. Creo que la evaluación es buena porque pude jugar un rato largo, la rodilla respondió muy bien y terminé sin molestias”.
Iglesias (24 años y 1.85 metros) sufrió la rotura del ligamento
cruzado anterior de la rodilla izquierda el domingo 13 de abril durante un
juego frente a Banda Norte en Corrientes. Tuvo que ser intervenido
quirúrgicamente, después comenzó la rehabilitación hasta su regreso el viernes
21 de noviembre.
Para que pueda jugar, en el plantel
de San Martín fue dado de baja su amigo Emiliano Agostino. “Fue una mezcla de
sensaciones lo que viví esta semana, por mi regreso y la salida de Emiliano. Me
hice muy amigo de él, entonces yo estoy contento porque volví pero triste
porque se fue un amigo. Compartimos cosas muy lindas y le voy a estar muy
agradecido siempre porque yo no puede estar en los últimos partidos de la
temporada pasada y me regaló el ascenso. Ya se lo dije a él, le deseo lo mejor
y ojalá consiga rápido club para que pueda mostrar todo lo que sabe”.
La vuelta del base rosarino se dio en
la victoria de San Martín frente a Atenas. “Jugamos un buen partido, como había
sucedido en Córdoba donde había manejado el juego al principio y después nos
dieron vuelta. Por eso cuando fuimos a la charla del entretiempo hablamos para
que no nos pase lo mismo. Creo que en esta oportunidad respondimos a eso,
mantuvimos la buena defensa y nos
pasamos bien la pelota para buscar el aro”.
En el juego del viernes en
Corrientes, “el equipo dio un paso adelante porque esta vez sacamos 8, 10
puntos y pudimos mantener esa diferencia. En los días previos hablamos de esta
situación y mantener la buena marca. En Córdoba íbamos bien pero aparecieron
Pitu (Rivero) y Bruno (Lábaque), que justo volvió contra nosotros, y nos dieron
vuelta el partido. En esta oportunidad manejamos mejor el cierre para quedarnos
con el triunfo”.
Ahora, San Martín tendrá algunos días
de descanso y recién volverá a jugar el jueves 4 de diciembre cuando reciba,
desde las 21.00, a Regatas Corrientes. “Para nosotros el parate que tenemos
ahora es bueno para recuperar a Matías (Lescano) y Miguel (Gerlero) y también
es fundamental para mí. Jugué unos
minutos y ahora tengo unos diez días para ponerme mejor físicamente, seguramente
vamos a llegar completos a los clásicos que son partidos muy importantes”.
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